Para el aventurero y cazador de antigüedades como Temple Run 2: Jungle Fall, el riesgo es una parte integral de su aventura. Siempre está listo y su arma principal son unas piernas fuertes y una resistencia sin fin. Siempre necesitas poder escapar a tiempo, porque pelear con el que obviamente es más fuerte no es nada inteligente. Y ahora, nuestro héroe ya se está quedando sin otra cueva antigua con un valioso artefacto. Y un enorme mono negro, parecido a un demonio del inframundo, lo persigue pisándole los talones. Ayuda al chico a escapar y para ello solo necesitas reaccionar hábilmente a los obstáculos que aparecen en el camino de piedra. Saltar, gatear o caminar: la tercera opción no está disponible en Temple Run 2: Jungle Fall.